Has pensado....

: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas.
«Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :

domingo, 27 de junio de 2010

Visita

Habian pasado ya algunos dias desde aquella noche en que Alejandro llego a casa de uno de sus mejores y mas viejos amigos.

De hecho, esa noche, Carlos recordaba como sucedio todo.

Estaba lloviendo y toda la casa estaba en silencio. Carlos estaba recosatado sobre su cama, al lado de un chico que habia conocido hacia algunos dias. De pronto unos golpes en la puerta lo hicieron levantarse.
Al asomarse por una pequena ventana al lado izquierdo de la puerta, su corazon salto de emocion y su mente viajo a todos esos lugares que habia visitado junto con su gran amigo Alejandro.
La noche lujuriosa que tenia planeada con el chico numero tres de ese mes, oficialmente podia irse al demonio.
-Viejo! Como estas? -abrio la puerta y extendio los brazos para recibirlo.
Alejandro se lanzo contra el con una sonrisa en su rostro.
-Cabron! Como estas?! -despues de abrazarlo y darle unos golpecitos en la espalda se alejo un poco, miro a Carlos con sospecha y dijo en coz baja- estas de cabron verdad? Y yo aqui molestando. De seguro estabas cogiendo.
-No, no, para nada. Pasale wey! Que milagro.
-Seguro que no te estabas enredando a alguien? -dijo mientras entraba al pequeño recibidor de la casa.
-Estaba a punto... No importa. Ambos soltaron una risa.
-Y ahora quien? Algun alumno? Algun fan del aclamado escritor?
-No... Un-
En ese momento el chico bajo por las escaleras abrochando el ultimo boton de su camisa. Era un muchacho joven, y guapo pero algo imprudente.
-Cobro mas si es trio eh. Aunque... -el chico se paseo como gata en celo delante de Alejandro, sin despegar sus ojos de su pecho, que para tener treinta y cuatro estaba muy bien marcado-, podria hacerte un descuento.
-Gracias por la oferta, pero no gracias.
Despues de una melosa despedida el chico se fue, dejando a Carlos y Alejandro solos.
-Eres un cabron. De seguro no tiene ni siquiera 18. De donde lo sacaste?
-Un "fan" del "aclamado" escritor.

Esa noche, los dos amigos platicaron de tantas cosas, se pusieron al corriente con las noticias (chismes) de sus companeros de universidad. Carlos le conto que habia vivido con un tipo por dos anios, pero al final no pudo funcionar.
Alejandro aprovecho la oportunidad para invitarlo a su boda el ano suguiente. -Como que te casas wey!?
-Asi es, ya no se te pudo hacer conmigo.
Fue una velada agradable, llena de risas y algunas cervezas.

Pasaron los dias y Alejandro todavia seguia en casa de Carlos, esperando el fin de mes para viajar a Australia por su futura esposa.
Una noche, Carlos llego de la oficina en la tarde y no encontro a Alejandro. Se cambio de ropa y fue a la alberca a nadar un rato. Cuando regreso, dos horas despues, la luz de la cocina estaba encendida. Alejandro estaba en casa y se disponia a cenar algo ligero.
Desde la universidad, Alejandro se preocupo pr su fisico de una manera incluso obsesiva. Seguramente habia ido a corer o hacer algo de ejercicio. Traia una playera de tirantes negra, su pantalonera y tenis negros con gris. Cuando Carlos abrio la puerta, se encontro con el cuerpo de su amigo inclinado dentro del refri.
-Hey, quieres algo de cenar? Voy a hacerme un sandwich.
Carlos no pudo evitar que sus ojos viajaran a la entrepierna de Alejandro. El bulto que se notaba ahí, era realmente apetecible.
-Gracias, prefiero algo mas fuerte.
En cuanto dijo esto, se ruborizo y subio rapidamente a su habitacion.
-Estupido -se dijo con una discreta sonrisa mientras se qiutaba la playera y aventaba su pantalon sobre la silla del escritorio.
<"Quiero algo mas fuerte"- repitio el mismo su linea en tono de burla- no te pudiste haber visto mas urgido wey.
Se encamino a su closet, saco una playera nueva y se la puso.
Cuando volteo para salir de la habitacion, Alejandro apago la luz con su mano, dejo una botella de agua sobre el peinador y camino hacia donde Carlos habia permanecido de pie.
-Quieres... Algo... Mas... Furete? -pregunto con las respectivas pausas, enfatizando en sus intenciones.
-Que haces wey? Deja de estar jugando.
-No estoy jugando. La verdad es que... El verte en traje de bano, junto con todos los demas cabrones enseguida de ti, me prendio muchisimo. Me imagine que hacen dentro de las regaderas.
-Como que me viste en traje-
-Sigues nadando en la alberca del campus, no?
-Si, pero como... Me seguiste?
La sonrisa de Alejandro hizo que las rodillas de Carlos se doblaran. Tanto de la emocion como del miedo.
-Que haces Alejandro? Que es esto? Te vas a casar wey!
-Cres que no lo se? Por que cres que estoy aqui, eh? No podia dejar que te me escaparas. Llevo dias y noches practicamente saltandote encima, y pasado manana me voy y regreso dentro de seis meses. No podia aguantar tanto!
<Reconozco que es un poco inapropiado, pero... Debo tenerte.
-Estas loco.
-Tal vez. Pero no me vas a decir que no lo quieres.
El tenia razon, vaya que Carlos anhelaba estar con Alejanro. Lo unico que tenia en mente era su cuerpo en ropa deportiva, delante de el.
-Bien...

Solo esa palabra basto para que Alejandro se lanzara sobre Carlos, lo tumbara en la cama y comenzara a quitarle la ropa.
El cuerpo del nadador quedo a la vista en segundos y fue cuando Alejandro se quito su playera. Su pecho lo adornaba una pequena capa de vello, sus muscuos eran firmes y verdaderamente apetecibles a la mente de Carlos.
Se quito la pantalonera y fue entonces cuando Carlos lo recosto en la cama. El se monto sobre Alejandro y -de manera desenfrenada- comenzo a olfatearlo.
Olia a sudor, pero era un aroma sumamente delicioso que se quedaria por siempre en su mente. Definitivamente habia corrido. Su entrepierna estaba impregnada de un aroma a puras hormonas. Una invitacion al placer.
Olfateo su pecho, su cuello, su abdomen. Fue toda una delicia.
Alejandro tomo de la cintura a Carlos y lo coloco sobre su entrepierna.

Esa noche, los dos amigos honrraron la amistad que los unia, y reforzaron la cercania con el puro acto del amor.

Pasaron los dias y Carlos, acostado enseguida del chico con el que habia durado dos anos, todavia pensaba en aquella maravillosa noche en que compartio su lecho con su gran amigo Alejandro.

Una noche, mientras hacia el amor con su actual pareja, a Carlos se le ocurrio una loca idea, y dijo:

-Amor... Podrias- podrias ponerte una pantalonera, y tu playera negra de tirantes?

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2 comentarios:

Arley Andrés Jaimes Roa dijo...

me gusta el final :D

Xander VanGuard dijo...

Que bueno que te gustó, gracias por el comentario. Espero que puedas leer las otras publicaciones.
Saludos