Has pensado....

: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas.
«Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :

jueves, 3 de febrero de 2011

Cuentos de nieve y oro

Su gallarda figura aparecia frente a el todas las noches. Cual fantasmal figura, se erguia delante de el para seducirlo de todas las maneras posibles. Aquella noche, cuando la nieve comenzo a caer, no fue la escepcion.
El chico desperto con una peculiar sensacion: sabia que algo estaba fuera de foco, algo fuera de su rutina. Mientras luchaba para despertar completamente y desprenderse de su comodo y caliente lecho, hizo lo mas que pudo para descifrar que sucedia aquella manana.
De pronto, la tranquilidad y la falta de un agudo dolor en sus ojos le dio la respuesta: las cortinas estaban corridas y la habitacion estaba mas oscura que de costumbre.
Cuando por fin puso sus pies sobre la tierra se dirigio a la ventana para dejar entrar la escasa luz del sol. En lugar de eso se encontro con un mundo totalmente cubierto por una gran manta blanca.
Todo, el jardin, la fuente, los arboles y aquel pequeño covertizo de madera, estaba completamente cubierto de nieve. Su corazon se alegro y sonrio al recordar el tiempo que habia pasado desde la ultima vez que vio una blanca manana como esa.
Sin embargo, su felicidad fue interrumpida por un sombrio recuerdo: no lo tenia a su lado. Estaba solo, para disfrutar de aquel blanco y helado paisaje. Queria regresar a su cama, con el, y disfrutar el dia con una caliente taza de chocolate.
Queria perderse en su eterno abrazo, sepultar su rostro en su imposible pecho. Queria saborear la dulce miel de sus labios y sujetar su mano con la suya mientras el dolor del amor se apoderaba de su cuerpo.
El dia era perfecto, pero no para vivirlo solo. Asi que tomo una descicion: cerro las cortinas y la habitacion cayo de nuevo en una deliciosa oscuridad, y se dirigio a su cama, aun caliente por haberlo albergado toda la noche, se concentro en lo que deseaba y comenzo a sonar.
El mundo de su sueno era perfecto, estaban juntos nuevamente. Aquella hermosa figura, delgada y un poco alta, le sonreia deliciosamente. Entonces no perdio tiempo, corrio a su lado y se avalanzo sobre el, alcanzo a besar sus labios y afortunadamente el... Hizo lo mismo.
Su sueno estaba completo, todo era realidad... Estaba el uno en los brazos del otro.

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Dedicado para quien con su sonrisa hace salir mi sol y con sus ojos brillar mis estrellas, en conmemoracion de nuestro mes numero cincuenta, con profunda alegria y completa disposicion a continuar este maravilloso viaje.
Te amo.

2 comentarios:

Thadeus dijo...

No se por que pero me gusto mucho esta entrada.
Te amo mi amor

Xander VanGuard dijo...

¿No sabes por qué?
¿A qué crees que se deba?
Quizás por estos maravillosos cincuenta meses que llevamos juntos... por esas celebraciones que hemos realizado y por ese ¡Felicidades! que nos hemos dicho al menos cincuenta veces.

Te amo!
;)