Has pensado....

: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas.
«Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :

lunes, 10 de mayo de 2010

Cielo, Tierra y algo más...


La parte inferior de la fotografía trae a mi mente una serie de preguntas que desde hace mucho tiempo han estado rondando mis pensamientos de un rato en un rato.
Son preguntas que, incluso hace muchos tiempos, sus respuestas llegaron a controlar mis acciones y mis decisiones. Preguntas que formulo basado en la perspectiva que tienen de gente como yo, homosexuales.

¿Somos tan superficiales para solo fijarnos en una cara bonita?

¿Somos tan vacíos como para descartar la posibilidad de estar con alguien solo porque no tiene un cuerpo escultural?

¿A caso no tenemos nada más dentro de nosotros que nos permita enfocarnos en los sentimientos y, sobre todo, madurez de las personas que nos rodean?

¿Si no tiene un bronceado perfecto y los músculos por demás marcados y delineados, no será digno de nuestra atención?

¿Por qué nos fijamos en el cuerpo de los demás? ¿Lo hacemos porque deseamos una vista estupenda en nuestra cama, o quizá es porque nosotros mismos deseamos tener ese cuerpo?

¿Qué es lo que daríamos - o darías, lector - por tener a tu lado a alguien con un físico casi perfecto?

¿Qué es lo que daríamos? ¿Hasta dónde llegaríamos?


¿Somos, a caso, tan superficiales?

¿Que a caso no lo son todos...?
Algo interesante para pensar...
el cielo, la tierra y... ¿la belleza?

1 comentario:

Thadeus dijo...

En cuanto a ese tipo de reflexiones, estoy en un supuesto irónico: como artista de tipo renacentista, claro que busco la estética tradicional anatómica en mis dibujos o pinturas. La belleza como es, sin filosofías ni discuciones.

Pero como persona, lejos de las frivolidades carnales, nunca fui el prototipo de hombre deseable. Y no es que esté feo, pero mi metabolismo acelerado no me lo permité. Entonces fue cuando mi mentalidad cambió para siempre.
Una cara bonita no puede más que yo. Los menesteres de alcoba friamente dejaron de ser algo por lo cual luchar.
Creo que nací enamorado.
Yo al no ser tan guapísimo hacía que la gente se fijara en mi por otras cosas: talento, personalidad, destreza, carisma, sentimietos.
Para demostrar a los demás lo que yo sabía: no necesitas un cuerpo de adonis para poder fijarte en mi.
El amor nace de la vista, pero como si es ciego?
Hormonas y deseos bajos. Reacciones instintivas que endulzan mi vida amorosa y no nublan mi mente.
Yo soy más del tipo frívolo materialista, pero esa es otra historia...