Has pensado....

: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas.
«Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :

sábado, 29 de diciembre de 2012

Inicio del día

¿Cómo inician su día?

Pues debo decir que depende del día de la semana que hablemos. Personalmente el lunes es el peor día de la semana, para mí. No me gusta apenas acostumbrarme a descansar el sábado en la noche, amanecer el domingo y hacer todas esas cosas que quería realizar a lo largo de la semana e inmediatamente dormirme para ir a trabajar al día siguiente.
Sin embargo, generalmente, la forma en que comienzo mis días es unos cuantos minutos antes de abrir los ojos. Cuando los ruidos de mis papás o mi hermano se escuchan incluso en mi cuarto, con la puerta cerrada, y con las cobijas sobre mis oídos. Ahí es cuando en realidad comienza mi día.
Después abro los ojos, me estiro debajo de las cobijas (especialmente en invierno) e inmediatamente tomo el celular --esa enfermiza obsesión que ya es parte de mí--. Reviso los mensajes, correos electrónicos (que ahora solo son de mi banco, de revistas electrónicas o de cierta tienda de ropa interior que se caracteriza por ser dirigida para hombres homosexuales) y twits que acumulé durante mis seis, siete, ocho o más horas de sueño.
Me levanto de la cama, aún un poco dormido, y enciendo la computadora al tiempo en que me tomo mi nueva mejor amiga la levotiroxina sódica.
A partir de ese momento, si trabajo en la tarde, me alisto para ir al gym con la música de alguna estación en internet; tiendo mi cama, pues si no hay problemas, y salgo a hacer un poco de ejercicio. En cualquier otro caso, hago lo que tenga pendiente: pagar el celular, comprar cosas, llevar a lavar el carro, o incluso ir a trabajar en la mañana.
Si es un fin de semana, como es el caso, y no tengo clases de maestría, generalmente me voy a mi café favorito, con mi cuaderno, pluma, música y lap para escribir un poco. "En el caso concreto" --como dirían mis maestros de la facultad-- me desperté y llegué al Kaldi para escribir un poco y así lo hago con un latte vainilla y un brownie de chocolate.

Have a great one!
Saludos, que tengan un excelente día.

A.A.R.

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