Has pensado....

: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas.
«Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :

jueves, 25 de diciembre de 2014

Sus manos

Durante esos segundos, infinitos, eternos, sus manos representaban enteramente el mundo que yo conocía.

Todo el dolor, la alegría, las risas y los momentos de desesperación, se acumularon en ellas para acariciar mi piel desnuda. Uno a uno, me brindaban nuevas sensaciones, deliciosas sensaciones; cada uno, con una presión diferente y en un centímetro distinto de mi cuerpo.


Sus manos me hicieron el amor. Aliviaron mis penas y saciaron mi sed, con experticia y mágica determinación; se posaron en mis glúteos y muslos, en mi espalda, en mi boca. Hablaron, sonrieron y gimieron igual que yo; sus manos fueron mi salvación aquella noche... y todas las demás que le siguieron.


No hay comentarios: