A lo largo de nuestra vida, conocemos miles de personas que pasan frente a nosotros y desaparecen a nuestras espaldas. Pero no es sino hasta que llega esa persona, sólo esa persona, y nadie más, que comprendemos el verdadero significado de amor.
Aunque no “comprendemos” el significado de esta palabra, sí lo asignamos a alguien, y eso resulta ser mucho más satisfactorio que definir a un mero conjunto de letras.
Así, entonces, no decimos que amor es algo, sino que afirmamos que amor es alguien, y todo lo que se hace con esa persona es por amor.
¿Qué entendemos por amor?
Podemos responder con otras palabras de esa misma naturaleza: paciencia, tolerancia, felicidad. Pero para saber qué es amor, resulta necesario estar enamorado, lo que nos deja en otro terreno que es el estadio de amor, o el amar a alguien.
Si decimos que amor no es algo, sino que amor es alguien, entonces estar enamorado nos define a nosotros mismos. No puede ser que hablemos de alguien más que de quien experimenta esta sensación vertiginosa.
Compartimos momentos, compartimos experiencias y sensaciones. Compartimos lugares físicos y espacios abstractos con esa persona porque lo queremos, lo necesitamos. El permitir que Alguien entre a nuestras vidas, es más que reconocerlo como nuestro acompañante; es permitirle la entrada a nuestro corazón, a nuestra mente.
Compartimos montones de objetos, y de tiempo. Compartimos elevadores, oficinas, restaurantes, autopistas, camiones, centros comerciales. Compartimos con completos extraños momentos en el banco, risas y tristezas en una sala de cine, compartimos devociones y creencias en las iglesias.
Compartimos con esos desconocidos segundos, minutos, horas.
Pero con esa persona, con ese Amor, compartimos caricias, intimidad, miedos, ilusiones, sueños y anhelos.
¿Por qué nos cuesta trabajo extender nuestra mano a ese desconocido que pasa frente a nosotros y desaparecerá a nuestras espaldas, y sí podemos permitirle la entrada a nuestra cama a otro que, aunque haya empezado como extraño, representa mucho más que todo lo demás?
Es el amor. Es Amor.
Y entonces pregunto: ¿verdaderamente importa quién es Amor?
3 comentarios:
Si importa, por que mi amor es el mio y tu amor es el tuyo, a quien tu amas no es a quien yo amo.
asique si importa quien es amor
pero que es el amor?
tu podrias decirme lo qque crees que es y yo podria decirte lo que creo que es, y ambas cosas lo serian, solo que cada persona sentimos el amor de una manera
el amor es muy amplio, amor hacia ese alguien especial y unico, amor hacia amigos, hacia familiares, haacia mascotas u objetos, el amor es tan amplio que no tiene definicion ajustada, es tantas cosas...
Creo que nunca sabremos lo que es realmente amos, mas si sabemos enamorarnos.
El amor, no es sentimiento ni es persona; es algo sumamente grande, diría que inmenso porque al final amor somos todos aunque no lo entendamos.
Ta bellas tus palabras como siempre.
Jared, he querido comentar pero (y según lo leí en tu blog) al parecer tuvimos los mismos problemas.
Efectivamente sí importa de quién nos enamoramos, pero nos importa a nosotros. No le importa, o no debería importarle, a personas ajenas a una relación (que es el punto sensible donde muchos quieren opinar y dar consejos a una pareja. Ojo, no se debe de hacer...)
Aina: sencillamente me encantó ese "resumen" de toda la filosofía del sentir: nunca sabremos qué es el amor, más sí sabemos enamorarnos.
Genial.
Saludos a los dos (y espero que blogger haya arreglado sus problemas existenciales)
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