Supuestamente relata las competencias, bastante interesantes por cierto, que había lugar en la antigua Grecia.
Dichas competencias trataban de encontrar al chico griego que besara mejor. Se elegía un juez, designado para el evento, y los chicos tenían que ir a besarlo. Las reglas eran simples, quien besara mejor... ganaba.
Que lo disfruten.
:::::::::::::::
Y vosotros megarenses, habitantes de Nasaea,
expertos remeros, marineros sobresalientes,
¡Sed siempre felices! por el honor debido
al ateniense Diocles, de amistad verdadera.
Celebrad, con el primer rubor de la primavera
los jóvenes rodean su tumba: Allí darán
el más dulce beso.
El que tenga los más puros labios
de vuelta con su madre irá de guirnaldas coronado.
Agradable tacto al jurado debe tener, en verdad.
Y debe tener, me parece, los ojos azules de Ganímedes.
Invocaba multitud de plegarias, la boca que posee
el roce de labios genuino, como la gema de Lidia
prueba el oro, que el concurso por un instante mostrará,
puro o infame, como los apostantes saben.
Teócrito
No hay comentarios:
Publicar un comentario