: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas.
«Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :
Dejo algunas fotografías, que las disfruten. (Como siempre, aclaro que las fotografías las obtengo de páginas libres de internet y que no declaro su propiedad intelectual o artística en ningún momento)
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