El ángel quiso amar, quiso perderse en los brazos del amor y olvidarse en el cálido aliento de la pasión.
El ángel quiso amar, pero supo que jamás podría hacerlo.
Deseó alimentarse de los latidos del corazón de quien estuviera a su lado, anheló morir en la mirada tierna y serena de quien le extendiera su mano.
El ángel quiso amar, y aunque supo que jamás podría hacerlo, se aventuró a dejar aquél divino lugar. Dejó aquella divina compañía, para acercarse aún más a la humanidad que tanto amaba.
Pidió fuerza, rezó para que el valor creciera dentro de su pecho. Pero no hubo respuesta. No llegó la fuerza ni el valor se hizo más grande.
Sin embargo, fue el rostro de esa persona, de ese ser humano, lo que animó al ángel a luchar por lo que deseaba. Fueron sus ojos, o tal vez sus labios, o quizás sus manos; entonces aquél hermoso ángel decidió cerrar sus ojos y dar un eterno paso hacia el vacío de la humanidad, decidió cerrar sus ojos y dejarse caer a los dominios del hombre.
El ángel quiso amar y solo en compañía de aquella persona, por fin, pudo hacerlo.
2 comentarios:
Divino pero a la vez blasfemo...cambiar el amor de Dios y el paraíso por el amor del hombre, para poder rozar los labios de esa persona, sentir su aliento, besar su cuello y sentir cada pulsación en un deleite infinito...
Espera!! Es tu blog, el poeta aquí eres tú!!!! Creo que me inspiró mucho tu relato-poema, porque no solo el Angel quiere amar, todos queremos amar, porque qué es este mundo sin amor?
Saludos Monsieur VanGuard
"Divino pero blasfemo..."
Es increíble cuántas veces esas dos cualidades pueden coincidir en un solo lugar. Me halaga que me lo digan, gracias Madam De Lioncourt.
Siempre me ha gustado este tipo de narración, y sobre todo cuando se manejan personajes puros, que buscan llegar a conocer la humanidad.
Al respecto de este tipo de historias, hace poco leí "Entre el Cielo y el Infierno", no estoy seguro si es realmente un libro ya publicado, pero tuve la fortuna de toparme con él en esta enorme librería llamada Internet. Lo recomiendo ampliamente, y felicidades a su autora.
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