Me parece increíble que existan este tipo de opiniones en el mundo "civilizado" y "democrático".
A mi parecer --respeto completamente las opiniones que se viertan sobre el tema, ya sean religiosas, políticas o de cualquier índole--, debemos tener en claro que vivimos dentro de un Estado democrático (o que al menos se dice serlo) y justamente ésta característica debe prevalecer sobre cualquier cuestión ideológica.
Vivimos al interior de un Estado de derecho, que se fundamenta y respeta los derechos humanos y fundamentales que se establecen en diversos documentos de naturaleza internacional. No olvidemos que el Estado democrático se caracteriza, precisamente, por una cuestión sumamente importante: debe ser laico.
¿Hasta cuándo la iglesia (principalmente la católica) dejará de entrometerse en los asuntos públicos del Estado? Naturalmente hablo del Estado Mexicano; sin embargo, enterarme de estas declaraciones en Francia, me hicieron pensar y opinar en este espacio.
Las instituciones religiosas deben permanecer al margen de las cuestiones que realice el Estado, pues aunque el derecho a la religión y a la opinión son --igualmente-- derechos humanos, también lo es el derecho a la igualdad, a la no discriminación y a la libertad.
De verdad espero que las instituciones religiosas dejen algunos de sus dogmas creados hace miles de años y se rejuvenezcan ante las nuevas realidades sociales, a la nueva conciencia colectiva de liberalismo y apertura y --si no acepten, por lo menos reconozcan-- a reacciones humanas que se presentan dentro del grupo social.
Me parecen indignantes las manifestaciones del arzobispo Phillipe Barbarin y aplaudo abiertamente la postura del nuevo presidente francés Hollande.
¿Qué opinan? Les dejo el link de la nota. http://www.anodis.com/nota/21044.asp
A.A.R.
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