Fue precisamente lo que escribí en la entrada anterior de este blog, y en verdad creo que no hay un momento “adecuado” para hacer tal o cual cosa, y por consiguiente si esperamos su llegada el tiempo pasará de largo y terminaremos preguntándonos ¿qué pasó?
Es por lo que esta tarde decidí
continuar con la edición de algunos trabajos que tengo ya terminados (la
historia de Manadas, lo que me gusta decir como "la nueva historia de Eros" y mi
nueva novela en la que estoy trabajando actualmente: Le Marais —aunque el título aún no es definitivo).
Terminé un pequeño cuento que se
titula Olvidado, un trabajo que hice por “encargo” y que me animó a comenzar una
compilación de cuentos cortos —algunos ya elaborados—, próximamente planeo
comenzar otro de naturaleza fantástica, con magia y gitanos en la Francia de la
época renacentista (inspirado en la fotografía que publico aquí mismo). Tengo
algunos proyectos y francamente me siento un poco alejado de la creación
literaria, cuestión que me entristece debido a que la considero mi profesión innata.
Aunque
tengo la firme resolución de aplicar mi propia reflexión, si quiero hacer algo, lo haré ahora…, me resulta difícil concentrarme
e inspirarme para escribir lo que tengo encerrado en mi mente. En las noches me
invade ese sentimiento de locura y desesperación que me atormenta
despiadadamente, el hecho de tener tantas y tantas ideas dentro de la celda de
mi imaginación y no dejarlas salir. Me surgen temas y tramas que deseo plasmar
en papel pero simplemente el tiempo me pasa de lado y termino preguntándome: ¿Qué
pasó?
Por
lo pronto, comienzo despacio… les dejo la historia Olvidado, dividida en dos
partes, para que se lea… Saludos.
Fotografía que inspiró mi siguiente cuento corto: Magia de piedra. |
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