El deseo ardia,como fuego liquido, en su sangre.
En lo unico que pensaba era en lo matravilloso de su cuerpo, y en que hacia demasiado tiempo no estaban asi, los dos en un ambiente conocido, y con toda la casa para ellos solos.
Cuando las caricias en su pecho llegaron, su corazon se reanimo; los besos en sus pezones hicieron que le recorriera un escalofrio por todo el cuerpo. Como un rayo que lo fulmino desde su cabeza hasta los pies.
Pero, en realida, fue la promesa de su hombria, lo que hizo que el muchacho (desnudo y en sus brazos) se estremeciera como pez fuera del agua.
Fue esa idea futura y cierta, fue la idea de que protnto lo estaria albergando dentro de el, entre sus pierna; fue precisamente eso lo que hizo que disfrutara el momento.
Incluso, mucho despues de aquel momento, el joven (sentado en su sillon favorito) piensa en lo que sucedio, todavia con la sensacion de serenidad y con la sensacion de una completa realizacion en su vida; con una inmortal sonrisa, escribe estas lineas.
:::::::::
Me di cuenta que deje de escribir, y mas que dejara de escribir, deje de dedicar mi trabajo a quien amo.
Para ti, mi amado Thadeus.
Enviado desde mi oficina móvil BlackBerry® de Telcel
No hay comentarios:
Publicar un comentario