El reloj de la torre comenzo y termino con la septima campanada.
Gracias a la emocion de tenerlo a su lado, e impulsado por su aroma, el chico se aventuro a bajar por el abdomen de su companero, besando cada poro que habia en su piel.
El reloj de la torre comenzo y termino con la octava campanada.
Su boca lo recibio con gusto, y excesiva lujuria, lo tomo completamente y dejo que el calor de la carne se fundiera con el suyo propio.
El reloj de la torre comenzo y termino con la novena campanada.
Abrio sus ojos y disfruto del manto de placer que cubria el rostro de su amante... De su amigo. Se preparo entonces parta todo lo que se acercaba.
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