Después de unos cuantos minutos, se alejó despacio y se dirigió hacia atrás de unos pequeños arbustos que estaban a mi derecha. Desapareció detrás y al final, reapareció Axel. Mi amigo. Mi Axel. Estaba desnudo, un poco sucio en su pecho y en sus manos y piernas, pero era él. En verdad era él.
―Tranquilo Pequeño. No pasa nada… créeme. No, no voy a hacer daño. Tranquilo. Todo está bien.
4 comentarios:
Gracias a Thadeus por este magnífico dibujo...
Hey! ese fue mi regalo de navidad! Que bueno que lo pusiste :)
Te amo
Supongo que si este es mi espacio, en el que puedo ser un escritor conocido, o mas o menos conocido, también servirá para exponer tu trabajo... alguna exposición de los regalos que me has hecho.
Quien sabe, solo una idea. ;)
Me agrada
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