Has pensado....

: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas.
«Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :

sábado, 4 de octubre de 2014

Fragmentos

"Y entonces Salvador amó mi cuerpo; pues, para mí, amar se extiende hasta las delicadas caricias que una pareja se procura mutuamente. Caricias deliciosas, tersas, suaves; cuando éstas son sinceras. Salvador amó mi cuerpo, mis movimientos, extendió las palmas de sus manos y con ellas envolvió mis miedos para moldearlos lentamente, hasta convertirlos en una vertiginosa ansiedad, que poco a poco llegó a ser un deseo incendiario".


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