: : : ―Deberías ver los ojos de Axel ―contesté dándole la espalda mientras caminaba hacia la ventana que (no fue ninguna sorpresa) estaba cubierta por tablas. «Incluso tú llorarías al ver esos ojos.» : : :
Quémame en tu fuego,quiero morir en tu veneno,veneno de tu piel.
Sí, tápame los ojosy dame de beberantes que salga el Sol;sí, tómate la vidapero hazlo de una vez.
Ven, te daré todos mis sueñosque vivo de ilusionesy así no sé vivir.
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