No es que el espacio haya cambiado de administración ni nada por el estilo.
La razón del cambio del título de este blogg es sencilla. Tan sencilla como la vista y la luna.
Esta noche, mientras llegaba a mi casa después de un día de trabajo - oficina, llamadas, correos electrónicos y demás cuestiones -, después de la visita a mi vieja facultad (hogar por cinco largos años que, considero, merece una mención especial que pronto publicaré) para intentar ponerme al corriente con el trabajo de investigación que estoy realizando, después de ver a la persona que amo después de cinco largos días, y después de jugar y corretear con el puberto de nuestro perro; al final del día me encontraba bajando de mi auto y pude observar, a lo lejos, la luna de esta noche de abril, cubierta por una delgada capa de nubes. Afortunadamente ni toda su figura, ni todo su brillo se vieron interrumpidos por los cuerpos abultados que la circundaban en el cielo nocturno.
Afortunadamente pude observarla y fue entonces cuando decidí que sería más apropiado este nuevo encabezado.
Seguiré, entonces, con mi pesada pero agradable y divertida tarea de crear mundos e ilusiones, de dar nacimiento a momentos inolvidables en las mentes de los personajes que me han acompañado toda la vida - y de aquellos que aún no han visto la luz de la creación, aquellos que esperan guardados en la tinta de mi pluma o en las teclas de mi fiel compañera HP.
Seguiré con la creación literaria que parece ser mi único escape a otros mundos y situaciones, donde puedo plasmar lo que soñé, lo que pienso y lo que quisiera que llegara a suceder, tal vez no mañana, tal vez no en miles de años, pero algún día; y si esto no fuera posible aún así sonreiré ya que sabré entonces que mi imaginación fue más grande que nuestra realidad.
Me despido esta noche de aquellos lectores y visitantes anónimos, muchos o pocos, que han pasado sus ojos por este espacio, y les deseo a todos ellos, humanos desconocidos, que puedan llegar a tener la satisfacción de sonreír al final de cada día, en su cama, pensando en los logros y en las personas que van formando poco a poco el rompecabezas de la vida. Espero que todos lleguen a sentir la satisfacción de realizar su labor - cualquiera que ésta sea - como yo disfruto cada noche del día que viví, esperando con los brazos abiertos y los sueños sin amarras, al día que vendrá.
Para aquellos que tengo el placer de conocer, y en especial para aquél que tengo la eterna alegría de amar, les deseo lo mejor.
Me despido...
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