**********************
El prospecto llegó a la esquina, pero las sombras aún cubrían su rostro y la mayor parte de su cuerpo. Permaneció un momento ahí, protegido por la oscuridad de la noche, inmerso en un mundo de pensamientos que seguramente crecían y se desenvolvían dentro de su inconsciente. Y solo Zeus supo en qué pensaba aquél extraño hombre, antes de que diera ese paso definitivo que lo llevó al círculo amarillo que se extendía débilmente sobre la acera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario